100. El lenguaje de los animales

    * “Para los bosquimanos los animales tienen poderes superiores. Ellos pueden encontrar su camino en la oscuridad, saben reconocer el peligro; tienen una inmensa fuerza, patas veloces y una inexplicable percepción visual y auditiva. Los dones de los chamanes son como los de los animales, pueden ver en la oscuridad; esto es, pueden ver con mayor alcance y mejor, más intensamente que la mayoría de la tribu.”. Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la diosa. Evolución de una imagen”

 

    * “En muchas tradiciones, la amistad con los animales y la comprensión de su lengua constituyen síndromes paradisíacos. En el principio, o sea en los tiempos míticos, el hombre vivía en paz con los animales y entendía su lengua. […] Al preparase al éxtasis, y durante este éxtasis, el chamán suprime la condición humana actual y se reencuentra, provisionalmente, con la situación inicial. La amistad con los animales, el conocimiento de su lengua, la transformación en animal, son otros tantos signos de que el chamán ha reintegrado la situación paradisíaca perdida en el albor de los tiempos.” Mircea Eliade, “Mitos, sueños y misterios”.

 

    * “El lenguaje de los animales no es más que una variante del lenguaje de los espíritus, el idioma secreto chamánico. El futuro chamán debe aprender durante la iniciación, el lenguaje secreto que utilizará durante las sesiones para comunicarse con los espíritus y los espíritus-animales. Esta lengua secreta la aprende, ya de un maestro, ya por sus propios medios, esto es, directamente de los espíritus. […]

    Se ha podido comprobar la existencia de un lenguaje secreto entre los esquimales, lapones, ostiacos, chukchi, yakutes y tunguses. […] En América del Sur el neófito tiene que aprender a imitar, durante el periodo de iniciación, las voces de los animales. Lo mismo ocurre en América del Norte: entre otros, los chamanes de los Pomo y de los Menomini imitan los cantos de los pájaros.

    Durante las sesiones de los yakutes, yukaghires, chukchi, goldes, esquimales y otros pueblos, se oyen gritos de animales salvajes y de pájaros. Castagne nos presenta al baqça Kirguiz tátarocorriendo, brincando, emitiendo rugidos: ladra como un perro, olfatea a los asistentes, brama como un buey, muge, grita, bala como un cordero, gruñe como un puerco, relincha, arrulla, imitando con notable precisión los gritos de los animales, los cantos de los pájaros, el ruido de su vuelo, etc. […] Aprender el lenguaje de los animales, y en primer lugar el de las aves, equivale, en cualquier parte del mundo, a conocer los secretos de la naturaleza […] es también un signo de que el chamán puede circular libremente entre las tres regiones cósmicas: Infierno, Tierra y Cielo; allí dónde sólo los muertos y los dioses tienen acceso.” Mircea Eliade, “El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis”