13. El mito de la Gran Madre

    * “Dado que la totalidad del cuerpo se concentra en el drama del nacimiento, lo que relatan éstas, y muchas otras figuras (paleolíticas), es la historia de cómo se origina la vida. […] El misterio del cuerpo femenino es el misterio del nacimiento, que es también el misterio de lo no manifiesto convirtiéndose en manifiesto en la totalidad de la naturaleza. Esto trasciende con creces el cuerpo femenino y la mujer como soporte de esta imagen, pues el cuerpo de la hembra de cualquier especie nos conduce, a través del misterio del nacimiento, al misterio de la vida misma.

    Si admitimos el significado religioso de estas figuras, no podemos simplemente etiquetarlas como ídolos de fertilidad: la palabra ídolo trivializa invariablemente el carácter numinoso de la experiencia religiosa […] De modo similar, denominarlas estatuillas de Venus es reducir la universalidad de un primer principio (la madre) al nombre de la diosa romana del amor, que era por entonces sólo una diosa entre otras muchas, todas ellas suplantadas tiempo atrás por el Dios Padre como soberano y creador del mundo. De modo que, para intentar devolver a las figuras del Paleolítico su propia dignidad original, preferimos designar esas imágenes sagradas de los poderes del universo que dan vida, alimentan y regeneran, con el nombre de Diosa Madre, o simplemente Diosa.” Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la Diosa. Evolución de una imagen”

 

    * “La Diosa, en el conjunto de sus manifestaciones, era un símbolo de la unidad vital de la naturaleza; su poder estaba en las aguas y en las piedras, en las tumbas y en las cuevas, en los animales terrestres y en las aves, en las serpientes y en los peces, en las colinas, en los árboles y en las flores; de ahí la percepción holística y mitopoética de la sacralidad y misticismo de todo cuanto existe en la tierra. […] En Europa, reinó durante el Paleolítico y el Neolítico y, en la Europa mediterránea, durante la mayor parte de la Edad del Bronce.” Marija Gimbutas, “El lenguaje de la Diosa”

 

    * “Los principales temas representados en el simbolismo de la Diosa son el misterio del nacimiento y la muerte, así como el de la renovación de la vida, no solo humana, sino de todas las formas de vida sobre la tierra y, por supuesto, del cosmos. Símbolos e imágenes se agolpan en torno a la Diosa partenogenética (autogeneradora) y sus funciones básicas como donante de vida o portadora de muerte, y, no menos importante, como regeneradora de la Madre Tierra, la Diosa de la fertilidad, joven y vieja, que surge y muere con la vida vegetal. Ella era la única fuente de toda la vida, la cual tomaba su energía de los manantiales, del sol, de la luna y de la tierra húmeda. Este conjunto de símbolos representa un tiempo mítico que es cíclico, no lineal.” Marija Gimbutas, “Diosas y Dioses de la Vieja Europa”