9. Estatuilla de Hohle Fels

    * “Arqueólogos alemanes han descubierto en la región de Danubio (sur) la estatuilla humana más antigua conocida, una venus con senos y vulva desproporcionados, tallada en marfil de mamut y datada hace unos 40.000 años. El hallazgo es toda una sensación, ya que ofrece nueva luz sobre las primeras expresiones artísticas del hombre primitivo en Europa y presumiblemente en el mundo, informó hoy Nicholas Conard, profesor de arqueología de la Universidad de Tubinga y responsable de las excavaciones. La figura, de tan solo seis centímetros de longitud, fue hallada en septiembre de 2008 durante unas excavaciones en la cueva de Hohle Fels […]

    Nos quedamos sin habla al verla, dijo Conard al presentar por primera vez a la opinión pública la figura […] fue descubierta rota en seis fragmentos a unos 20 metros de distancia de la boca de la cueva y le faltan el brazo y hombro izquierdos. Los arqueólogos alemanes tienen la esperanza de encontrar aún los fragmentos que faltan, ya que su hallazgo se produjo en una zona marginal de las excavaciones realizadas el pasado año en la cueva que fue utilizada como vivienda por nuestros antepasados paleolíticos. Tallada con gran detalle, tiene muy marcados los órganos genitales, con senos y vulva de un tamaño desproporcionado, que contrastan con la pequeñez de sus brazos, piernas y cabeza, acabados con menos esmero. Un pequeño orificio en la pequeña cabeza hace pensar que la figura, cuyos fragmentos han vuelto a ser unidos con una resina sintética, fue portada colgada del cuello. Los arqueólogos alemanes no dudan de que la nueva venus europea es una representación artística de la fertilidad y que pudo ser objeto de algún tipo de culto o ritual.” Diario “El País” (13-9-2009)

 

    * El historiador romano Tácito, en su obra Germania (98 d.C.), cita una festividad en honor a la Diosa Nerthus que tenía lugar ¡38.000! años después en el mismo área geográfica dónde se halló la estatuilla de Hohle Fels:

    “Ninguno de los pueblos se distingue de los otros por nada singular, si no es por el culto común a Nerthus, la Madre Tierra, la cual creen que interviene en asuntos humanos y que cabalga entre sus gentes. En una isla del océano hay una arboleda sagrada y, en ella, una carreta consagrada cubierta por un paño. [….] la Diosa está presente en el sagrario interno y se la sigue con gran devoción mientras las vacas tiran de ella. A esto siguen días de alegría, y días libres en todos los lugares a los que honra con su paso y presencia. No se inician guerras, no se cogen armas, se guarda el hierro; solamente se conoce la paz y la tranquilidad […] Cuando la Diosa ya ha participado bastante de la sociedad de los mortales, se la trae de regreso a su templo. Después, la carreta, el paño y, créalo o no, la mismísima Diosa, se bañan en un lago secreto.” Tácito, “Germania”