93. El trance chamánico

    * “La palabra Shamán procede de la lengua de los evenks de Siberia. Allí se pronuncia scharmán. En su origen etimológico contiene la raíz del verbo scha que significa saber, con lo que chamán significa: alguien que sabe, es decir, un sabio.” Neus Florez Jimenez, “Schaman, el hombre de conocimiento”

 

    * “Los Chamanes han sido llamados los que ven o la gente que sabe, en el lenguaje de las culturas indígenas, porque están involucrados en un sistema de conocimientos basados en experiencias de primera mano. El chamanismo no es un sistema de creencias, […] los chamanes no creen en espíritus, los chamanes hablan, interactúan con ellos. […]Esto es muy importante, porque el chamanismo no es un sistema de fe.” Michael Harner, “La senda del chamán”

 

    * “El chamanismo es la práctica tradicional de sanación, adivinación y expresión teatral del Paleolítico Superior desa­rrollada aproximadamente en un período que va de unos diez a cincuenta mil años. Mircea Eliade ha mostrado que en toda época y lugar el chamanismo conserva una coherencia interna sorprendente tanto en sus prácticas como en sus creencias. Ya se trate de un chamán inuit que viva en el Ártico o un witoto del Amazonas, ciertas técnicas y expectativas son las mismas. La más importante de estas constantes es el éxtasis (trance).” Terence Mckenna, “El manjar de los dioses”

 

    * “Mircea Eliade define al chamanismo como la técnica del éxtasis o trance, y al chamán como el gran especialista del alma humana que tiene la capacidad de realizar viajes hacia la región de los espíritus y desde allí puede armonizar la realidad; lo definió como una mujer u hombre que viaja en estado alterado de consciencia, inducido habitualmente por el toque rítmico de tambor u otro instrumento de percusión.” Florian Yubero, “Viajes místicos del chamanismo”

 

    * “El desplazamiento de su espíritu fuera de los límites de la realidad ordinaria, en dominio de sí, es la particularidad de su práctica, su especialidad. Es mediante sus viajes, que el chamán entra en contacto con el mundo de los espíritus y, de estos territorios paralelos, recupera información que será trascendental para la prosperidad de la comunidad y el mantenimiento del bienestar de sus miembros. […] En sus viajes ingresa a una percepción y entendimiento expandidos, de la mano de sus maestros, ayudantes y animales de poder, que lo aguardan para guiarlo hacia la información que luego traerá a la realidad ordinaria, o Mundo medio, para ser trasmitida a quienes la precisen. […] El chamán tiene la habilidad no sólo de realizar el viaje, sino de transmitir certeramente el resultado de su exploración. […] el mundo espiritual, la naturaleza y la humanidad se encuentran vinculados en esencia. La destreza del chamán es reunirlos.” Amalia Bassedas, “Chamanismo: el legado de los ancestros”