94. Estado de consciencia chamánico

    * “Un principio básico en el chamanismo es que existen dos realidades y que la percepción de cada una de ellas depende del estado de conciencia del individuo. Por lo tanto, aquellos que se encuentran en un estado de conciencia ordinario perciben sólo la realidad ordinaria. Aquellos que se encuentran en el estado de conciencia chamánica son capaces de entrar y percibir la realidad no ordinaria. Se les llama realidades a ambas porque la experiencia de cada una es empírica. Se reconoce que cada una de ellas tiene sus propias formas de conocimiento y relevancia para la existencia humana. […]

    Un principio corolario es que las formas individuales que se encuentran en la realidad no ordinaria son reales en sí. Se les llama espíritus y el practicante chamánico los considera reales porque interactúa con ellos. Esta interacción implica percepción directa con todos los sentidos. En otras palabras, para el practicante chamánico la existencia de los espíritus no es una creencia ni una hipótesis, sino un hecho empírico. En la realidad no ordinaria los chamanes ven, tocan, huelen y oyen a los espíritus; para ellos son tan reales como los seres humanos con quienes interactúan en la realidad ordinaria.” Carlos Castaneda, “Las enseñanzas de Don Juan”

 

    * “Una misma realidad tiene muchos aspectos, el ser humano habitualmente conoce sólo dos: la realidad ordinaria, la del mundo que lo rodea cuando está despierto, y la realidad no ordinaria, percibida en los sueños. El mundo de los sueños es sólo uno de los muchos niveles de la realidad no ordinaria.

    Todo ser o cosa tiene un aspecto en la realidad ordinaria o cotidiana, pero ese mismo ser o cosa tiene a su vez otro u otros aspectos muy distintos en los diferentes niveles de la realidad no ordinaria. El ser sigue siendo el mismo, lo único que varían son sus características en concordancia al nivel ontológico en que se manifieste. […] Un individuo cuya conciencia se encuentre en un estado ordinario los considerará como fantásticos; en cambio otro sujeto que esté consciente en el estado chamánico podrá percibir a esos seres como reales, y a su vez como ilusorias a las experiencias del estado de conciencia ordinario, o sea, de la realidad ordinaria o cotidiana.

    Ambos sujetos están en lo cierto, considerando el punto de vista particular de sus respectivos estados de conciencia. […] Como sostiene Carl Gustav Jung la idea, en tanto existe, es psicológicamente verdadera. Incluso a nivel de la Física-matemática, en la interpretación pluricósmica de la mecánica cuántica propuesta por Hugh Everett, hallan confirmación los niveles ontológicos de la realidad no ordinaria.

    Dos conclusiones de tal interpretación son: que la existencia de indefinidos mundos alternativos no puede ser descartada por pruebas físicas y que todos estos niveles o mundos son igualmente reales.” Aukanaw, “La ciencia secreta de los mapuches”