* “Dar a luz en éxtasis: es nuestro derecho e intención de nuestro cuerpo. La Madre Naturaleza, en su sabiduría, nos provee de las hormonas que nos ponen fuera de (ex), nuestro estado normal (stasis) […] Esta delicada orquestación hormonal se despliega óptimamente cuando el parto es respetado, y no intervenido, aumentando la seguridad tanto de la madre como de su bebé. […]
Cuatro de nuestros principales sistemas hormonales están activos durante el trabajo del parto. Estos producen, durante este período, niveles altos de oxitocina, la hormona del amor; endorfinas, hormonas del placer y la trascendencia; adrenalina y noradrenalina, hormonas de la excitación; y prolactina, hormona de la ternura maternal. Estos sistemas son comunes a todos los mamíferos y se originan en nuestro cerebro mamífero o cerebro medio, también conocido como sistema límbico. Para que el parto siga su curso normal óptimamente, esta parte del cerebro debe anteponerse al neocortex, o mente racional. Esta transición puede darse en una atmósfera de silencio y privacidad, por ejemplo, al bajar las luces, hablar bajo y no provocar o esperar una respuesta o conducta racional de la mujer en trabajo de parto. Bajo estas condiciones la mujer intuitivamente escogerá los movimientos, respiración y posiciones que la ayuden a parir fácilmente a su bebé. Esto está impreso en su código hormonal y genético.” Dra. Sarah J. Buckley, “Nacimiento extático”
* “Una observación sobre la fisiología del parto en la especie humana: Al adquirir la posición erecta, el plano de inclinación del útero se hace casi vertical, quedando el orificio de salida hacia abajo, sometido a la fuerza de la gravedad. Esto supone/requiere un perfeccionamiento del dispositivo de cierre y apertura del útero, un cierre más fuerte para sujetar 9 u 11 Kg. de peso contra la fuerza de la gravedad. Y el dispositivo de cierre y apertura del útero no es otra cosa que el cuello, cuya relajación total deja una abertura de hasta 10 cm. de diámetro.
Por eso el origen del auténtico orgasmo femenino está en el cuello del útero. Nuestra opinión, contrastada con Merelo-Barberá, es que el orgasmo fue el invento evolutivo para accionar el dispositivo de apertura del útero”. Casilda Rodrigañez, “La sexualidad de la mujer”
* “Si el orgasmo femenino auténtico se origina en el cuello del útero, es porque sus fibras musculares, firmemente apretadas, tienen que ir aflojándose, extendiéndose, relajándose, de oleada en oleada, cuando la mujer va a dar a luz, para abrir la puerta de salida del feto. Así podríamos decir que el dispositivo de cierre y apertura del cervix no es otra cosa que el proceso de excitación sexual y el orgasmo de la mujer. Puesto que, efectivamente, no es el dolor, sino el placer, lo que hace rodar la Rueda de la Vida.” Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”