* “Las figuras masculinas que aparecen en el arte del Paleolítico Superior han sido grabadas o pintadas, pero nunca esculpidas. La mayoría representan a seres compuestos y fantásticos que surgen de la hibridación imaginativa entre un hombre y un animal […] Aquellas que aparecen con cuernos, desnudas y, normalmente, itifálicas, corresponden al final del Périgordiense, mediados y finales del Magdaleniense y al Epipaleolítico, encontrándose entre los grabados y pinturas de las cuevas de Francia y España (Los Casares, Teyjat, La Pasiega, Les Combarelles, Les Trois Fréres, Le Gabillou, La Madeleine, Lascaux, Addaura y La Pileta). Las más interesantes y conocidas en la literatura arqueológica son el llamado hechicero, con cornamenta de cérvido (fig. 2), de la cueva de Les Trois Fréres y dos hombres-bisonte, uno de los cuales se reproduce en la imagen (fig. 1). Esta figura muestra una cabeza de bisonte con grandes astas y una hirsuta piel con cola incluida; los miembros posteriores son humanos y los delanteros de animal, adoptando una postura erguida en la que parece caminar o bailar; un curioso objeto que aparece entre la boca y la mano, quizás sea un instrumento musical de viento; parece conducir ante él una manada de animales, entre los que destacan un reno hembra y un bisonte.
La sensacional e híbrida figura de un hombre cuya cabeza presenta una enorme cornamenta de cérvido (fig. 2), tiene ojos redondos, larga barba, zarpas de animal (¿león?) en vez de manos y la cola de un caballo salvaje, con el órgano sexual situado debajo de ella (imagen de la página anterior), parece ser un personaje de mayor importancia que un hechicero, que es como se le denomina. Esta criatura fue representada aisladamente, a cuatro metros del suelo, por encima de una entrada a la sala y próxima a una pequeña rotonda que termina en un pozo. El Abate Breuil le denominó, acertadamente, el Dios de Les Trois Fréres.
Las figuras masculinas de Les Trois Fréres, así como otras de Teyjat y Le Gabillou, aparecen en movimiento, probablemente ejecutando una danza; el resto de las híbridas figuras de hombre-bisonte están en pie, estáticas, aunque la mayoría de ellas parecen mostrar un cierto grado de excitación.
Una de las hipótesis sobre el significado simbólico del hombre-bisonte de Les Trois Fréres se basa en su asociación con la manada de animales. ¿Era el Señor de los Animales, figura divina bien conocida entre los pueblos cazadores de las Américas y el Norte de Eurasia? La amplia distribución de una figura mítica con rasgos similares sugiere unas raíces prehistóricas. Entre los indios americanos, el Señor de los Animales es una de las ideas míticas más destacables; es un jefe sobrenatural, cuya función es ejercer el mando sobre la fauna salvaje, especialmente los animales que son objeto de caza por parte del hombre.” Marija Gimbutas, “El lenguaje de la Diosa”