30. La luna y el ciclo menstrual

    * “En las leyendas y la mitología, las energías que experimenta la mujer durante su ciclo menstrual se describían como un ritmo de cuatro etapas que reflejaba las fases de la luna. La Virgen y la luna creciente representaban la fase que se extiende desde el fin del sangrado hasta el comienzo de la ovulación […] La Madre y la luna llena representaban el período mismo de la ovulación: las energías, en este caso, tienen similitud con las de la maternidad pues ambas cuentan con la capacidad y la fuerza para criar, sustentar y fortalecer […]. La hechicera representaba la disminución de la luz durante la fase menguante, la reducción de la energía física desde la ovulación hasta la menstruación, […] En esta fase se liberan las energías creativas que podrían haberse destinado a dar vida a un hijo, sólo que esta vez se desarrollan en el mundo exterior. La luna nueva y la Bruja Negra representaban la fase de la menstruación, en la que la Bruja encarnaba a la mujer que retiraba sus energías físicas del mundo terrenal para centrar su conciencia en el mundo espiritual.

    Si comparamos el ciclo lunar con el femenino, las fases creciente y menguante son momentos de cambio y equivalen a las etapas de la Virgen y la Hechicera, en tanto que la luna llena y la luna nueva son períodos de equilibrio, al igual que las fases de la Madre y la Bruja. […]

    La menstruación suele producirse aproximadamente cuando hay Luna llena o nueva. En este último caso, la ovulación, que ocurrirá con Luna llena, determina el ciclo de la Luna blanca, un hecho que constituye motivo de celebración en la mayoría de las religiones y rituales de fertilidad en tanto que, al coincidir la energía fértil femenina y la de la Luna llena, representa una gran oportunidad para que las fuerzas creativas de la mujer se expresen en la concepción.

    […] De manera contraria, el período en que la ovulación coincidía con la luna nueva se denominaba el ciclo de la Luna roja, que debe su nombre a las manchas de color rojo sangre que pueden verse sobre la Luna llena cuando aparece en el horizonte, donde la atmósfera es más densa. En él también están presentes las Fases de la Virgen, la Madre, la Hechicera, y la Bruja, pero 180° desfasadas de la Luna llena. Así, al tener lugar la ovulación cuando hay Luna nueva (es decir, en la oscuridad), las energías creativas de la Hechicera se manifiestan a partir del momento en que comienza a aparecer la luz nuevamente. El ciclo de la Luna Roja se centra en el desarrollo interior y la manifestación del mismo, y no hacia la expresión de las energías en la procreación y el mundo material.

    […] Sin embargo, ambos ciclos son la expresión de las energías femeninas, y ninguno es más poderoso o mejor que el otro. De hecho, a lo largo de tu vida tal vez compruebes que los tuyos cambian su orientación entre el de la Luna blanca y el de la roja, según tus circunstancias personales, ambiciones, emociones y metas.” Miranda Gray, “Luna Roja”